domingo, 29 de noviembre de 2009

Pequeño derrumbe emocional

Después de todas las frikeses que pensé en la semana con mucha ilusión, hoy se vino abajo casi todo.
Y es que ando yo feliz y contenta y no me doy cuenta de que los detallitos que molestan dos minutos cada sábado han creado un hueco argumental algo difícil de solucionar.
Entre los "YO soy genial y lo que haga está bien aunque me digan todos lo contrario" y los "Puedo incumplir con lo que sea, al fin que a lo que nos amenazan por castigarnos jamás lo cumplen" o los deplanadamente "¡ME VALE!" está todo hecho un caos -_-
Si jalaramos todos parejo, si nos apoyáramos entre todos, si a todos nos importara, si en lugar de aplicarle las reglas a quienes nos fletamos y fallamos por razones extraordinarias y quienes fallan una y otra vez porque no quieren les pasan lo que sea nos disciplinaran a todos parejo, nos habríamos ahorrado mucho tiempo y estrés.
Pero supongo que no puedo hacer nada, soy bastante novata para sugerir un paso a seguir y no me tomarían en serio, y solo soy una alumna.
-_- ando algo decepcionada por todo esto, se supone que debe ser divertido, ¿no?
Listen to the Music of the Night
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lunes, 23 de noviembre de 2009

All my dreams road to NY


¿Alguna vez se han acostado medio muertos de sueño y en cuanto la cabeza se junta con la almohada cae sobre ustedes una idea tan emocionante, interesante, y reflexiva que arrasa con el sueño a su paso?

Pues eso me sucedió a principios de la madrugada de hoy, cuando de pronto me cayó el veinte de que el show del E3 de este semestre New York Stories será en el teatro Rafael Solana.

Donde hace dos años, Él me abrazó como nunca antes, después de arriesgarlo todo, un par de horas después de que pensé por primera vez "yo quiero estar ahí", y cuando me quedé totalmente ._. tras las primeras señales del fin de ciertas hostilidades, para finalmente gritar de la manera más friki cuando el taxi en el que regresabamos avanzó unas cuadras (pobre taxista).

Y donde unos meses después, la corta temporada de Tick Tick Boom México me trajo tantos momentos inolvidables... tras la última función, parada sobre el escenario, le prometí que volvería como más que público. Habiendo pasado el mejor instante entre nosotros, que aún no se ha podido superar.

>.<>
¡No puedo creerlo! ¡Lo cumpliré! Año y medio después, estoy lista a decirle a ese escenario que he cumplido mi promesa, que me he esforzado, que he luchado, que quiero ser GRANDE por mí y para mí.

Confío en que todas las cosas buenas que me han pasado en el Solana me traerán buena vibra para culminar el sueño, para que mis historias en NY sean tan felices como los momentos pasados en ese lugar.

¿Y quién sabe? Tal vez me den valor para avanzar un poco más en otros asuntos.

Listen to the Music of the Night
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domingo, 22 de noviembre de 2009

Gregori Baquet y el Pejeplantón

No sé porqué, pero me acordé de la friki razón que me llevó a recorrer el peje-plantón en el centro histórico más de una vez.

El culpable, como para casi todo en mi vida, es una bella carita y una hermosa voz y unos ojos claros conjugados en un cuerpecito fgancés: Gregori Baquet.

¿Cómo lo conocí? Un día en casa de tía Edith, quien después de mucha insistencia sobre que escucharamos Romeo&Julliette nos sentó a todos y nos obligó a ver el DVD.
Y entonces lo ví… inmediatamente mi instinto posesivo me hizo gritar “¡YO PIDO ESE!” y aun tras desfilar el resto de guapísimos hombres que aparecen en el musical, Greg me había cautivado irremediablemente, y se mantuvo en el primer lugar de los platónicos extranjeros no-ficticios por un laaaargo rato.

Esperen… creo que aún está ahí…

Bueno el punto es que un día (y la verdad no me acuerdo como), terminé messengereando con una chica tan loca por Greg como yo y resultó que tenía una amiga en Francia que lo iría a ver en el teatro y podría fungir como mensajera.

¡DIOS! Durante dos días no pude ni dormir, asumiendo que Greg sabría leer inglés, pensé y repensé, escribí y reescribí, buscando las mejores palabras para contarle lo que me causaba verlo y escucharlo, y dibujando… si no entendía las palabras, al menos en trazos demostraría lo mejor de mi.
Finalmente me encontré con la chica en Bellas Artes, y tras comprar un par de postales de la ciudad nos pusimos a buscar una paquetería.
Con el lindo asunto de que AMLO y sus seguidores tenían su mega campamento justo en la avenida en la que estaba dicho establecimiento, le dimos más de tres vueltas porque nos regresaban por falta de cualquier cosa y finalmente un paquetito con nuestras cartas, mi hoja con dibujos y las postales se fueron a Paris dejándome en la ruina por dos semanas.

¿Y qué creen?

Que no pasó nada… absolutamente NADA. A la fecha nunca supe que pasó con dicho paquete.
PERO…

Como un año después, clickeando por aquí y por allá, me encontré por fin el videoclip completo de su canción Donne-moi (que solo había visto a medias, la canción completa estaba en una grabación de un programa de TV subido a youtube) y… un link a su perfil de MySpace.

¡Lo había encontrado!!!! Grité, me frikee, pegué de brincos y tras unas horas de revolverme la cabeza: escribí.

De nuevo, con el alma llena de esperanza, y esperé…
Una semana después, me contestó!!!!!! Me frikee más que nunca con él… y fui feliz.


El asunto se repitió un par de veces, y quiero creer haber leído sinceridad en sus respuestas, un poquito de interés legítimo.

Le escribí hace poco, y ya no hubo respuesta… en fin.


Fue genial mientras duró. En verdad, saber que has dejado al menos una pequeña huella en la vida de alguien que ha marcado tanto la tuya es suficiente para estar contento. Gracias, Greg, love from Mexico.

Listen to the Music of the Night

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ponche, música navideña y...

Recuerdos.

Dios, este año ha sido larguísimo, y emocionante y horrible y bello y escalofriante y esperanzador y friki y realista... y aun le quedan varias semanas.


Ayer preparé la primera olla de ponche, el cual preparo con mucho amor (osease: manzana, guayaba, tejocote y haaarto toloache... no es cierto) y recordé tantísimas cosas... el olorcito invadiendo la casa de Gaby, nuestra Gaby que ahora canta con angelitos de verdad; la noche que tomaba ponchecito mientras me reía con Jose Antonio en una película de lo más cutre antes de los días oscuros; de la navidad en que mi mano derecha fue golpeada, cortada, quemada y con pedazos de nuez enterrados entre la carne y la uña; de los larguíiisimos convivios familiares y del grupo de jóvenes en casa de mis primas Morales (uno de ellos después de haber nacido de nuevo); en fin de tantas cosas que pasaron al calor de un ponche.

Y pues hoy ha tocado el recalentadito al regresar a casa, y sabiendo de antemano que no hay nada en la televisión he encendido la grabadora y me nació poner por primera vez en este invierno un disco de Navidad. Eligiendo por supuesto al intérprete Michael Ball.


Y desde la primera canción Have yourself a merry little Christmas empecé a acordarme del megafantástico 23 de Diciembre del año pasado, en el que OCESA tuvo la genial idea de un conciertito navideño **GRAAATIIIS** con el elenco de Dulce Caridad. ¿Cómo olvidar la mega caída con la desgraciada cuerda que me dejó moretones hasta después de Año Nuevo? ¿Cómo olvidar que llegué casi cojeando y entonces vi LA toma CLAMPesca y hasta me dejó de doler? ("¿Cómo estás?" "Bi... en realidad me acabo de caer u.u me duele todo""¡¿Cómo que te acabas de caer?!"), a Max muriendo de amor mientras una chica bastaaante alta cantaba la canción que les menciono al principio de este párrafo, mis mega esfuerzos por separar el canal auditivo Lola de el canal auditivo Marco (ash me choca Lola cuando grita en lugar de cantar! Y encima Santa Claus is coming to town que como la alucino! La canté tres años en la primaria!) y a Fede cantando con María, que romáaaanticooou! (y algún día le robaré el saquito morado, sí! O tal vez no, porque lo hace aún más abrazable) y de todo el apapacherío al final, AW!


Me acuerdo de la frikeada al escuchar ese disco y el sonido inicial en el track 7 es espantosamente igual al sonido inicial de Comment Lui Dire (mi maridooo!), me acuerdo de que unos versitos de Just another Cristmas day eran para José Antonio... me acuerdo de todo el trabajo por alcanzar los desgraciados altos de Santa la Noche (no la he cantado desde que tomo clases, sería un buen punto de comparación) y de aprenderme en latín la primera estrofa de Adeste Fideles (que el año pasado canté con mi primo Josué y mi títere de Juanin).

De Dulce Navidad siento que ha pasado una eternidad... vamos a hacer grilla para que lo repitan este año con Mamma Mia!!!! Y así cantará Javi el Heavy y no solo tendré otra toma CLAMPesca! Pero por caridad de quien gusten, que cante algo en sus tonos!

Listen to the Music of the Night
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martes, 3 de noviembre de 2009

Niños...



Esos pequeños monstruitos del mal (como diría Tanya en Mamma Mia!), sacan los más extremadamente opuestos sentimientos de cada persona.


Incluyendo por supuesto a esta friki.


Normalmente los niños (como los perros) me gustan sólo de lejitos.


Y es que así como muchísimos perros son lindísimos de lejos, de cerca se te enciman, te babean, te sueltan pelo y huelen feo; hay tantos niños en la calle que parecen de revista pero son gritones, malcriados y en general repelentes al trato humano.


Por supuesto, en esta vida jamás se debe generalizar, y hay perros y niños a los cuales amo profundamente por ser panes de Dios. La lista perruna la encabezan un par de basset hounds y la lista infantil la encabeza mi primo Jorge, el niño mejor portado del universo.


Y el sábado estuve en ese fascinantemente extraño límite entre ahorcar y abrazar a un chamaco. O más bien a un par de chamacas.


Un par de niñas serán mis hijas en un número del e3, todos estuvieron fascinados porque la mayor en verdad pasaría por hija mía (solo que las habría tenido a los 16, UPPPSSS!) y comenzamos llevándonos bastante bien, hablando sobre lo absurda que sería la situación en la vida real y un par de cosas personales. El problema es que muy pronto encontraron más interés en pelearse y soltarse patadas y jalarse el pelo -_- de ahí no las saqué.
Por más que las separaba e intentaba que me hicieran caso para entretenerlas en otra cosa, no me hacían caso, mientras mis compañeros estaban contentísimos y tranquilos con sus respectivos hijos T_T Así que al final me rendi al ver que no nos regañaban, total, ponían atención a las indicaciones de los maestros y aprendimos lo que nos toca en el montaje.
Estoy convencida de que tener hijos es la mayor locura que se pueda hacer por amor. Y la idea de tener chamacos dependiendo de mí, física, económica y moralmente, me resulta nada menos que apabullante. No pienso arriesgarme a tener alguno hasta que mi vida sea sustentable para más de una persona.
¿Lo será algún día?
Listen to the Music of the Night
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