sábado, 12 de diciembre de 2009

Apodos y nicks

"Llego la hora de tener esa conversación" estuve a punto de decirle a mi Sky la semana pasada, pero no había tiempo, solo le dije mi verdadero nombre a saco.

El hecho de que no me llamo Lexell ha creado varias escenas bastante curiosas, pero hoy hablaré de los diferentes apodos y nicks que me han puesto durante la vida.

De niña, hasta eso, no recuerdo ninguno... sólo hasta la secundaria.

Nuestro mejor amigo hombre nos llamó Bombón, Burbuja y Bellota... yo era Burbuja. Y las otras estuvieron de acuerdo con ello, argumentando que era la cosa tierna y pegajosa que mantenía unidas a las tres.

Pero Bellota ya tenía un apodo más otaku desde antes: Akane. En la secundaria era una chica bastante brusca y vengativa (y aprendiz de cocinera)... lo cual era genial, significaba que durante el año de primaria que estudió en otra escuela había aprendido a defenderse de eso que ahora llaman bulling. Y pues yo era Kasumi, eramos las hermanitas Hibiki, debido a que ambas eramos un tanto despistadas y declaradamente desorientadas. Me llama Kasumi de vez en cuando, ya que me encontró un nuevo apodo unos meses después.

Cuando llegó Pokemon, empezaba yo a ser otaku y tras unos capítulos después, Akane-chan encontró a que pokemones nos parecíamos. Ella era una Vulpix y yo una Growlithe.

Me llamó "Grow" durante años, aun después de salir de la secundaria. Y la verdad me parecía perfecto: un pokemon pachoncito, lindo y leal, y encima de todo Jamememes tenía uno de pequeño (sigh).


Pero tras terminar la secundaria, llegó el internet. Mi sentido común me decía que no debía utilizar mi verdadero nombre en una red de información internacional, así que recurrí de nuevo a Akane-chan quien desde entonces escribía la historia de su vida, en la cual aparecía una chica-tigresa blanca llamada Lexell Cassini... y basada en mi.

Empecé a teclear tal nombre cada vez que me pedían un registro en línea, y poco a poco los conocidos fueron aumentando, las relaciones estrechandose, y
quienes rompían la barrera del monitor conocían mi verdadero nombre.

Aunque prefiero que me sigan llamando Lexell, y la razón fue explicada magistralmente (por fin!) en la película de Coraline:

"Esperas algo común cuando escuchas un nombre tan común como Caroline."

Mi verdadero nombre está en mis credenciales, en esas fichas que te marcan como sometido a los diversos sistemas esclaviantes de la sociedad.

Así que me llaman Lexell, Lexi Lexi, Aila me llama Lenny, y algunos me llaman...

Lex.

Por eso escribo esto hoy, porque por primera vez esta mañana, él me llamó Lex.

Enfrente de todos, me pareció verdaderamente increíble, había sonado tan lindo!

Antes del e3 nunca habíamos llamado uno al otro por ningun nombre, y el día de mi primera audición se hizo un encantador malentendido debido a que estaban convencidísimos de que me llamo Lexell. Empezó a llamarme por el diminutivo de mi verdadero nombre y empecé a reencontrarle el gusto a que me llamen por mi nombre.

¡Pero hoy me llamó Lex! Volteé y lo miré soportando con todas mis fuerzas las ganas de saltar sobre él exclamando "¡Nunca me habías dicho Lex!" y el subsecuente regaño por olvidar los zapatos de carácter no me dolió demasiado.

Y es que me pone muy triste cuando me llega a regañar u.u

Pero hoy me llamó Lex, y me hizo demasiado feliz.

Listen to the Music of the Night
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