jueves, 23 de diciembre de 2010

Sábado de Terror....

(Raul Esparzaaaaaaaa *¬*)


El último día de funciones de El Show de Terror de Broadway fue el más loco de mis días en E3.


Nos citaron a las 8:30 de la mañana, yo llegué a las 8:15... y estuvimos congelándonos afuera porque los directores se dignaron a aparecer hasta las 9:00.


¿Han escuchado eso del "glamour del teatro"? Pues de habernos visto, sin poder entrar y tapados hasta las orejas con chamarras no muy bonitas, se habrán dado cuenta de que tal cosa es una falacia.


Solo porque llegaron nuestros queridos maquillistas y fueron a pedir abrir la puerta entramos unos minutos después de las 8:30 ("Nos has abierto, estamos agradecidos") aunque el foso y los camerinos tampoco estaban muy calientitos que digamos.


Sentí un verdadero aumento de temperatura después de apañar lugar en camerino y subir a foro a ver en que ayudaba, diligentemente pusimos foquitos y luego nos ignoraron.


Así que me acosté panza arriba a la mitad del escenario a mirar el techo. Se me fueron uniendo varios alumnos más y nos quedamos contemplando unos minutos hasta que vimos a uno de nuestros queridos directores empezando a acomodar cosas y nos levantamos para ayudar... y no ser atropellados.


Es hermoso de verdad, siempre había tenido mil prisas en ensayos generales y en funciones y nunca había tenido ese contacto a solas con el escenario. El escenario en que sentí la conexión... después del frió de afuera, del foso y de los camerinos, el escenario bajo mi cuerpo era sorpresivamente cálido. Y arriba las luces, los comodines, las varas, el paso de gato... nunca los había visto de esa manera y me quedé contemplando, pensando en la inmortalidad de Convergencia y deshaciéndome las trencitas...


Justo cuando nos paramos y estaba mos poniéndonos a las ordenes del señor director, me llamaron para maquillaje y bajé corriendo.


He de decir que de las tres funciones, me gustó más le maquillaje para la última (pero me gustó más mi maquillaje para ensayo general, ese que hicieron con taanta calma), y mi maquillista me hizo una platica muy amena (aunque hubiera agradecido que me dijera antes que aguantara la respiración, me blanqueó con brocha y antes solo me habían blanqueado con esponja) .


Así que ya muerta de la cara volví a subir y no se requirió mi ayuda, así que me bajé a chismear...


Quince minutos antes me cambié y me despedí de la cosa muerta que había sido por un par de días, prometiendo dar un paso adelante. Salí al foso, vocalicé, vi correr a la gente y finalmente fui a esperar a piernas mi última entrada triunfal al escenario en el año.


Me sentí confiada, me sentí feliz... bueno, tan feliz como puede ser alguien interpretando a una cosa condenada a la aburrición y rencor eterno, ja. Fue hasta Young Frankestein cuando pude estar totalmente contenta. ¡LLEGUÉ A MI LUGAR! Bueno de hecho, en la fila donde eramos seis no se porqué terminamos siendo tres... pero el punto es que llegué con suficiente tiempo de acomodarme en lugar de derrapar y embarrarme al final de la fila y me quitó un punto menos de estrés.


Un punto menos de estrés fue muy útil en la locura del intermedio, donde sorprendentemente al subir al escenario, de mi familia solo estaban Homero y Pericles... así que tuve tiempo de respiraaaaar y despedirme de la Abuela Addams, todo salió perfecto.


Todos nos despedimos de mi primer papel en teatro musical con una sonrisota.


Y ya solo quedó vestirme de vampira para el final, donde una vez más la coreografía me salióooo!!! ¡ME SALIÓ, SEÑORES! Ya no soy una nulidad para el baile.


Me desmaquillé lo más rápido que pude y salí a saludar a quienes me habían ido a ver, me quedé con un amigo a tomar un café y comer un poco mientras duraba el primer acto y después me metí a ver el segundo.



Ver todo desde las sillas acomodadas hasta la entrada fue ooootra ooooonda. Lo último que había visto hasta el ensayo general fue Young Frankestein porque en los Addams marqué el lugar de Merlina y en verdad que las canciones con el ensamble se veían I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E-S.


Y se acabó... en los agradecimeintos nos pidieron subir a los alumnos que andabamos desperdigados por los asientos y estuvimos todos ahí y nos abrazamos al cerrarse el telón y algunos chillaron y... you know.


Se apuraron todos lso de la tarde para irnos pronto a la fiesta donde nos la pasamos de lo más loco entre el Beatles Rock Band (ash, somos todos unos ruquitos!), un juego de Wii para bailar como en Broadway y el Karaoke.


Regresé a casa cansadísima y dormí exageradamente feliz.


Se acabó el semestre... no nos queda de otra más que subir.


Así que Legally Blond... (a menos que pase algo super extraordinario) aunque no estés listo,
¡ahíiiii te voy!


Listen to The Music of the Night.

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